Un mundo de cartas

O epistolario de Díaz Pardo e Seoane aborda diferentes facetas do fenómeno migratorio no século XX

O epistolario de Díaz Pardo e Seoane aborda diferentes facetas do fenómeno migratorio no século XX
Fragmento de Emigrante. Luís Seoane. 1967.
Bos Aires, Sada, Suíza, Nova York, Roma... As cartas cruzadas entre Díaz Pardo e Seoane marcan un mapa de vidas itinerantes, cun pé ou coa mente sempre noso país e outro a percorrer exilios. Os movementos pendulares, entre Galicia e Arxentina de Díaz Pardo, pendente das súas fábricas de cerámica, crúzanse coas múltiplas liñas que as viaxes de Seoane trazan no mapa do mundo, detrás de exposicións, eventos e da súa produción artística. Nestes percorridos, que se poden seguir a través do epistolario, as reflexións sobre a emigración aparecen como unha constante.

As cartas entre Díaz Pardo e Seoane foron na súa maior parte correspondencia internacional entre Arxentina, onde o primeiro establecera a Fábrica de Porcelanas Magdalena, e mais diferentes lugares onde o segundo foi morando ao longo dos anos. Deste xeito, o intercambio achega abondosas reflexións sobre o fenómeno migratorio, a situación das colectividades galegas en diferentes países e, como non, a situación do país. O período histórico que recolle o epistolario coincide cunha importante mudanza nos fluxos migratorios galegos. Logo dos movementos do exilio político derivado da ditadura, os anos 60 e 70 viron como os fluxos que ata o de entón tiñan Sudamérica como destino se redirixiron a Europa, con diferentes perfís laborais e perspectivas para aquelas persoas apostaban por buscar fortuna económica no exterior.

O benestar material e o malestar espiritual
En 1964 Seoane reflexionaba sobre a contradición entre o potencial benestar que se pode acadar no exterior e a saudade que xera o afastamento do país de orixe. "Un lugar cualquiera de la tierra es lo que uno quiera que sea. No tratamos de alcanzar el paraíso sino de enriquecer nuestra vida viendo de manera nueva el mundo que nos rodea. Uno puede alcanzar aquí, como quizá en otras partes, fortuna personal. Una riqueza que nos permita comprar muebles ricamente labrados, joyas y gobelinos, tener un confort de rey de minerales. Pero no podemos tener un tapiz tan deslumbrante como una niebla caída sobre las montañas de Galicia, alfombra tan lujosa como una ría, muebles que se equiparen a una mesa de pino blanqueada con lejía, ni un montón de joyas que puedan ser iguales en su belleza a una bandada de gaviotas o cuervos marinos. A ese mirlo que escuchaba desde tu estudio. Todo ese es un lujo supremo del que no podemos ahora gozar y es una riqueza que, cuando la siente, cuando la ve, tiene cualquier habitante de ahí. Siento que marche la gente de Galicia. Mis padres fueron también emigrantes en Buenos Aires y yo, a mi manera, también lo soy. Se trata de una enfermedad económica y mental de la que tienen la culpa los afortunados de Galicia. Los mejores están esperando tener Bancos para hacer algo que se pueda hacer sin casi dinero, en parte importante con dinero y con fe. Las mejores gentes se duermen con historia, alcohol y humor y reposan confiadamente en que el Estado les resuelva las industrias o los Bancos quieren tener un Estado al gusto de sus intereses".

A emigración europea
Nunha visita a Xenebra, Seoane escribía o 4 de abril de 1963: "Es impresionante la cantidad de gallegos que vienen y de españoles en general, pero abundan más los procedentes de Galicia. Se siente constantemente hablar gallego por las calles y vienen a trabajar en los oficios más humildes pero son bien retribuidos en sus trabajos. Ganan de 800 a 1200 francos suizos, es decir, alrededor de 30.000 pesos argentinos y la vida en ésta les permite, según nos dijeron algunos, enviar de 2.000 a 3.000 pesetas por mes a sus casas, pero deben trabajar duramente. Es tremendo el caso de España. La gente más útil para el trabajo y la que está en la mejor edad debe salir por Europa para poder vivir, perdiendo el país destinado a criar hombres que solo han de servir a otras naciones". Canda a esa tristura, o pintor recoñece a sensación de comunidade que lle achega atopar tanta xente de Galicia no exterior. "Nosotros nos detenemos cada vez que sentimos unas palabras en gallego. Los conocemos desde lejos por las calles, por el color rosado de los rostros y por la robustez en general. "Cando van, van como rosas..." decía Rosalía de los que iban a Castilla en el siglo pasado. ¿Cómo volverán los que vienen de estos países del centro y del norte de Europa? ¿Y existe alguien ahora, en Galicia, que se conmueva por ellos como Rosalía y Curros en el siglo pasado? Muchos seguramente no volverán como turistas, se desprenderán para siempre de su familia y de su tierra. Aquí los españoles deben adaptar su idioma al italiano para que puedan comprenderlos, y, en general, la población, por lo que nos dijeron, los prefieren a los italianos".

A emigración desde a orixe
A problemática da emigración vívese tamén desde Galicia como unha importante perda de capital humano. É o caso do que lle acontece a Díaz Pardo en 1964 co persoal da fábrica de Cerámicas do Castro. "En otro orden de cosas mi pesimismo ha crecido veinte coordenadas de un golpe: la emigración del personal femenino capacitado venía siendo un problema serio. De repente en la semana pasada vino un inglés a reclutar cien chicas entre 18 y 25 años, solteras, y bien formadas y con la aceptación más que tácita de las autoridades se nos ha llevado la mitad del personal femenino, que siendo el mejor vale por el 70%. El delegado sindical facilitó la operación de este tráfico. Las consecuencias económicas para la empresa son serias, pero no son nada frente a la repugnancia que te causa el saber en qué clase de mecánica estamos viviendo, y uno se pregunta ¿merece la pena reconstruir este descalabro para que luego vuelva otro inglés y se beneficie de ello? ¿Merece la pena pensar en Sargadelos con este panorama?" pregúntase, inmerso no proceso de desenvolver este proxecto. Seoane reflexiona sobre a falta de acción a nivel español para mellorar esa situación. "¿Por qué los obreros han de trabajar ahí por un sueldo miserable si pueden vivir mejor en otros países? Las conservas gallegas, por poner un ejemplo, se venden al exterior a los mismos precios que las alemanas, pero a los obreros les pagan más, según parece, los conserveros de Hamburgo. De aquí también se marcha gente en cantidad a Estados Unidos, profesionales, técnicos y obreros cualificados. Se hacen campañas para evitar esta emigración, pero hasta ahora resulta inútil. ¿Qué se hace ahí? El mismo Valentín aprovechó el asunto de los emigrantes para acometer contra la ley de despidos. ¿Quién se molesta en modificar las condiciones de vida de los campesinos? No todo debe hacerlo el Estado. De algo deben servir, Ayuntamientos, Diputaciones, Cámaras de Comercio y de Industria y la iniciativa particular. Tú mismo te quejas de eso y te vienes aquí a perder la vida. Estoy decepcionado. Por mi parte cada año que pasa lo siento como algo precioso que no puedo aprovechar como quisiera. Las gentes se marchan de esa y otros quisiéramos irnos para ahí y no podemos. Es la locura".

O colectivo emigrante
Ao longo dos anos, o papel do Centro Galego de Bos Aires como referente da colectividade galega no exterior foi mudando, o que non sempre foi do agrado dos dous autores destas cartas. En 1965 Seoane advirte ao seu amigo de que "el Centro Gallego es más complicado de lo que tú te imaginas y abundan en él los caciques de todos los colores", a adiantar unha crise na súa relación co mesmo que iría a máis co tempo. No 67, por exemplo, recoñece que "ya negué el saludo a unos cuantos del C[entro] G[allego] y continuaré negándoselo a otros. No quiero volver a saber nada más de la colectividad y tampoco, naturalmente, en cuanto a ésta, de Villamarín, culpable como los otros, pero con menos franqueza en la entrega. Estabas absolutamente equivocado. Jugó con todos favoreciendo a Mourente. Con el triunfo de éste se aclaró todo". Na mesma liña, a correspondencia achega múltiples referencias ás actividades, mudanzas de directivas, polémicas e iniciativas que saíron desta entidade, a achegar testemuños destacados sobre a evolución desta entidade.