Durante a campaña 2017 na fortificación do Coto do Espiño, preto do lugar de Moimenta (Boiro, A Coruña), informouse de que fora localizada unha muralla do século X a.C., o cal a situaba como unha das primeiras fortificacións de Galicia. As intervencións levadas a cabo este ano polo Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste Ibérico (GEPN) e dirixidas por Carlos RodrÃguez Rellán revelaron que tras a súa destrución por un incendio, construÃuse outra muralla por riba no século III a.C., relacionándose con dúas cabanas do interior, nas que puidéronse recoller carbóns que permitirán a datación. Alà tamén apareceron contas vÃtreas, que son obxectos moi vinculados co comercio púnico, e das que foran localizadas moitas previamente no castro de Neixón, que se atopa nas proximidades, na ribeira da rÃa.
Los expertos del Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste Ibérico (GEPN) cerraron ayer un nuevo capÃtulo de investigaciones en los yacimientos arqueológicos boirenses de Moimenta y, como es habitual con este equipo dependiente de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), se marchan tras realizar importantes hallazgos. Uno de ellos tiene que ver con la muralla milenaria -coetánea de Troya 6- en la que se intentó localizar un foso, finalmente, inexistente. No obstante, los investigadores han descubierto que no se trata de un parapeto, sino de dos, puesto que esta estructura defensiva del siglo X a. C. volvió a ser levantada en el III a. C., 700 años después. A escasos metros, en las dos viviendas de la cima de Coto de Espiño, se ha reforzado la datación cientÃfica de la primera, también del siglo III a. C., con el descubrimiento de útiles agrarios y materiales, enmarcables en dicha época, en la cabaña anexa que todavÃa no ha sido datada. La aparición de restos de carbono del hogar resolverá esta duda en el futuro. Sin embargo, la aparición más importante ha sido la de dos cuentas de un collar de pasta vÃtrea, un cristal artificial del que hay registros en Neixón, a través del comercio con los fenicios.
Los expertos del Grupo de Estudos para a Prehistoria do Noroeste Ibérico (GEPN) cerraron ayer un nuevo capÃtulo de investigaciones en los yacimientos arqueológicos boirenses de Moimenta y, como es habitual con este equipo dependiente de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), se marchan tras realizar importantes hallazgos. Uno de ellos tiene que ver con la muralla milenaria -coetánea de Troya 6- en la que se intentó localizar un foso, finalmente, inexistente. No obstante, los investigadores han descubierto que no se trata de un parapeto, sino de dos, puesto que esta estructura defensiva del siglo X a. C. volvió a ser levantada en el III a. C., 700 años después. A escasos metros, en las dos viviendas de la cima de Coto de Espiño, se ha reforzado la datación cientÃfica de la primera, también del siglo III a. C., con el descubrimiento de útiles agrarios y materiales, enmarcables en dicha época, en la cabaña anexa que todavÃa no ha sido datada. La aparición de restos de carbono del hogar resolverá esta duda en el futuro. Sin embargo, la aparición más importante ha sido la de dos cuentas de un collar de pasta vÃtrea, un cristal artificial del que hay registros en Neixón, a través del comercio con los fenicios.